Llega la primavera y con ella el sol, los colores y el calor… pero todavía tomará un poco de tiempo. Sin prisas, que estas pocas semanas que quedan antes de que empiecen a brotar las hojas son perfectas para capturar algunas imágenes de París que pronto desaparecerán por meses. Te dejamos una serie de ideas para aprovechar de los últimos días de frío, de líneas fuertes de composición, largas sombras y contrastes sutiles.
Las líneas:
Junto con el sol cayeron las hojas. Ahora, aquellos árboles que perdieron sus hojas durante el otoño empiezan a cubrirse lentamente del follaje que llenará sus copas. En el Sena, en los jardines, en los cementerios, los corredores arbolados dejarán de tener esas fuertes líneas de composición para convertirse en volúmenes compactos, filtros contra el sol del verano. Aprovecha para fotografiar la Torre Eiffel, los puentes del Sena o hacerte retratos entre árboles que encuadren tus fotos.
La luz:
En otoño e invierno, cuando el sol está bajo, las sombras que se proyectan en un día de sol pueden triplicar o más el largo de los objetos. Estas semanas el sol no será todavía tan fuerte como para quemar las fotos pero lograrás buenos contrastes para fotografía de arquitectura, de paisaje y de Street photography. Busca espacios despejados como el Sena o calles orientadas este-oeste y no dudes en jugar con el contraluz para realzar texturas.
El vacío:
Si buscas retratar el París del vacío aprovecha que todavía hace frío en las tempranas horas de la mañana o prueba a buscar recorridos atípicos. Y es que con el calor volverán las flores, las hojas, los animales, pero también volverán grandes -grandes- cantidades de personas que saldrán a la calle a buscar los rayos. Entre sombreros, abrigos y foulard de colores, el espectáculo del París en vogue gana mucho en estos primeros días de primavera. ¡A ello!
