¡París en primavera! Ha llegado la hora de los días largos, de la luz por borbotones, de la naturaleza que se muestra fastuosa. Qué mejor momento para fotografiar las flores y de paso descubrir un París por su lado más colorido. Te proponemos una ruta fotográfica desde el Jardin des Plantes hasta el Musée de la sculpture en plein air (Museo de las esculturas al aire libre), en el Quai Saint-Bernard.
Para fotografiar las flores hay algunos aspectos precisos que hay que tener en cuenta.
El fondo:
Este es el aspecto más importante para que tus flores reciban su justo valor. Sea que fotografies una sola flor o un grupo de flores, es importante que quede claro cual es el primer plano y cual es el fondo. Además, el fondo debe ocupar todo el encuadre para que no haya información que contamina la imagen. La separación entre flor y entorno se puede lograr gracias al difuminado del fondo como por la complementaridad de colores. El difuminado de tu fondo se logra utilizando una gran apertura o colocando el primer plano muy lejos del fondo y en cuanto colores, para flores de color busca fondo uniformes de un color complementario y sobre todo, evita el cielo.
Composición:
Busca la mejor manera de que tus flores ocupen el lugar debido en la composición. Es probable que tengas que acercarte y además agacharte a la altura de las flores para obtener imágenes logradas. Cambiar el punto de vista te permitirá además descubrir detalles que se te habían pasado por alto. Si no tienes un lente macro, para fotografiar toda la flor prueba a colocarte más lejos utilizando un teleobjetivo. Si quieres darle más importancia a un detalle, trabaja de cerca y utiliza una gran apertura.
La Luz:
En días de sol es probable que tengas una fuerte luz natural. Por eso, salvo que quieras grandes contrastes, lo mejor es buscar flores que estén ubicadas en zonas de sombra o con luz filtrada (por ejemplo por las hojas de los árboles). De esta forma los colores no se saturarán y los detalles serán más precisos.
El viento:
¿Quién no se ha quedado maravillado viendo la danza de los campos de flores al ritmo de la brisa matutina? Esta escena tan evocadora puede ser un problema si no se tiene el equipo necesario. En la medida de lo posible, es mejor evitar días con demasiado viento pero si eso no es posible,habrá que aumentar la velocidad del obturador.
Con esto en mente, pies en el camino y manos a la cámara. Aquí un poco de información sobre los lugares de tu foto tour de flores por París.
El Jardin des Plantes fue creado en 1635 (llamándose entonces Jardín del Rey - Jardín Real de Plantas Medicinales) y desde sus orígenes fue pensado como un jardín botánico donde se cultivarían y conservarían especímenes de plantas particulares. Durante sus más de cuatro siglos de historia, el Jardin des Plantes ha visto modificarse y ampliarse sus colecciones a medida que los viajes a otros continentes se hacían más frecuentes acogiendo hoy en día muchas plantas “exóticas”. Actualmente hace parte del Museo Nacional de Historia Natural y sus terrenos cuentan con varios edificios como la Galería de la Evolución, los cuatro grandes invernaderos y los diferentes pabellones de las galerías de geología, de paleontología, etc.
La parte central del parque, construida al estilo francés, alberga colecciones de flores que cambian regularmente. Para una mirada más romántica, bordeando los pabellones está el magnífico rosedal, que entre pérgolas y esculturas, alberga casi 400 especies distintas de rosas. Los jardines tipo holandés (pequeños jardines organizados en motivos geométricos con flores coloridas y arbustos) pueden servir de lugar de reposo antes de continuar el camino entre las hileras de plátanos de sombra.
Saliendo del Jardin des Plantes, se llega al Jardin Tino Rossi y el Museo de las Esculturas al Aire Libre concebido por el arquitecto Daniel Baldani en 1980. En este espacio verde frente al Sena se exponen casi cuarenta esculturas de la segunda mitad del siglo XX y es famoso entro los parisinos por sus encuentros para bailar tango.
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